viernes, 30 de julio de 2010

Imsomnio

Trasnochando, si aunque nadie lo sepa, no duermo, me levanto a hurtadillas de la cama, cuando el mundo duerme, y salgo por la cocina, abro la puerta con cuidado, intentando no despertar al golem de la entrada.

Dejo la puerta arrimada para cuando tenga que volver.
Me acuesto en la tumbona y miro el cielo, esperando que pase algo, pero no pasa nada
una semana llevo así, esperando a que en el firmamento se vea lo que necesito saber.
pero no pasa nada.

Hoy volveré a escaparme en silencio de mi cuarto, convirtiendo este ritual en rutina, sintiendo el peso de la misma a la mañana cuando tengo que ir a trabajar, puesto que no, no duermo.

Varias estrellas fugaces pasan delante de mis ojos, y siempre les pido el mismo deseo.
¿Cual? no puedo decirlo, que si no no se cumplirá.

miércoles, 21 de julio de 2010

piensa pensadora

Siempre intentas entenderte a ti misma, pero hay muchas veces que eso es imposible, porque estas cerrada en un baúl y no tienes la llave, entonces empiezas a buscar la llave, pensando que sera brillante, dorada, con perlas decorada, pero es la aguja de un pajar, cientos de llaves doradas aparecen y empiezas a probar una y otra vez, en la cerradura oxidada del baúl que te tiene atrapada.
Pero de pronto la ves ahí pequeña, diminuta en comparación a las otras, sencilla, sin adornos ni florituras, pasando casi desapercibida, menos para ti, porque la necesitas para salir a respirar el aire puro de la noche estrellada, sentir el sol en tu piel mientras saboreas un helado de fresa al lado de un grupo de personas que te llenan la vida de historias y hechos que envuelven tu melancólica soledad.

y es ahí cuando decides tirar con el baúl, olvidarte de las penas que la vida te da, y coger las experiencias mas apasionantes de ella.

lunes, 19 de julio de 2010

La historia interminable

Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado...

Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito...

Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido.

Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces...



Me siento muy identificada con este fragmento, adoro este libro tanto, que llevaba buscándolo durante años. ahora ya lo tengo, gracias chicas!