miércoles, 9 de marzo de 2011

El sol

Ayer al mediodía comí con dos amigas, y una de ellas es una friki de Cuarto Milenio y de Iker Jimenez.
Pues bien, nos cuenta que en el programa del lunes hubo una charla sobre las erupciones solares. Científicos contaban que estamos en la fase más potente del sol en cuanto a esas erupciones y que ahora es cuando son más dañinas para nuestra tecnología.
El 14 de febrero (que monada) una de esas emisiones solares se dirigía hacia nuestro querido y aborchornado planeta, pero debido a su situación en ese momento (el campo magnetico terrestre estaba de una forma peculiar) nos libramos de su "impacto", como los terremotos y otras catástrofes tiene un tipo de medida, la del 14 de febrero fue de tipo X, que es el nivel máximo que puede llegar (aunque después puedan ser X2 y demás variantes).

Me centro en la cuestión, según ellos ( los científicos) en cualquier momento una de esas emisiones de energía llegará a nosotros sin que podamos hacer mucho al respecto, porque no podemos mandar a Bruce Willis a pararlo; nosotros no correremos ningún riesgo, es decir, no mutaremos y nos convertiremos en zombies comecerebros, ni nada de eso. Será peor, nos quedaremos sin electricidad, nuestra tecnología dirá adiós, ordenadores, coches, suministros eléctricos, ciudades, todo a oscuras.
Volverá la época de ir a la finca a sachar en las patatas, cosa que mucha gente aún hace, y quien sabe, volveremos a los tiempos de los señores feudales, de la anarquía por un trozo de pan, de vigilar nuestra espalda al dormir, y de dejar de ver a aquellos que viven lejos, de viajar a lugares insólitos para centrarnos en el nuestro.

Una cura de humildad con dimensiones catastróficas y en cambio, naturales.

Siempre decimos que el cambio climático y esas cosas están muy lejos de nosotros, ya pensarán la gente cuando les toque, error. Nunca ponemos remedio a nada. Y ahí está nuestro fallo.